También en abril, pero en el año 2001, la provincia se conmocionaba por el caso más extremo se supervivencia conocido en la provincia: el hallazgo con vida del andinista Guillermo Peralta tras 11 días de estar con fracturas múltiples en el fondo de una grieta de unos 15 metros, donde había caído por accidente cuando intentaba descender el cerro Blanco de Zonda por un lugar equivocado. Guillermo no estaba preparado para sobrevivir tantos días sin alimentos y sin líquidos. Pero sus ganas de vivir lo llevaron a racionar las pasas que había llevado para intentar la travesía, y a ingeniárselas para derretir agua de nieve para no deshidratarse.
