Nadie más que él sabe todo el sacrificio que hizo para llegar bien a este Argentino de Ruta. En el último mes no faltó ninguna siesta a la Costanera del Río San Juan para preparar la Crono. Cuatro veces campeón de la especialidad, “El tren de Laboulaye” era, si corría, un candidato de fierro. Sin embargo el alto contenido de oxígeno en su sangre, motivó que no se lo dejara correr. “Me cortaron las piernas. No entiendo cómo puede haberme subido el porcentaje de hematocritos tanto en dos días. Hace un mes que me vengo haciendo análisis y la cifra constante es de 45%”, confió.

Algunos compañeros lo vieron llorar, ante la prensa, se mostró desilusionado, porque lo habían dejado fuera de la carrera que quería ganar. “Yo sé que no llegaba al 100% pero sí que estaba muy bien preparado y podía pelear la medalla. No tengo palabras para explicar lo que siento”, comentó.

Cauto y respetuoso, respondió con una negativa a la consulta de si entendía que había alguna mano negra detrás. “No sé, lo único que se es que tenía muchas ilusiones de ganar otro título (NR: Tiene 13 argentinos en distintas especialidades, los únicos que lo superan son los hermanos Curuchet (Juan con 16 y Gabriel con 14).

Partía el alma verlo sentado en el cordón de la vereda junto a Tania Castro. Al grandote, que impone presencia sobre su caballito de acero, se lo veía chiquito, destruido por una determinación que lo dejó sin posibilidades de intentar otro objetivo más en su extensa y rica carrera.