Hace exactamente 450 años, cuando Juan Jufré rubricaba el acta de la Fundación de San Juan, había una fuerza que los orientaba a él y sus hombres para vencer temores y encarar el mundo nuevo: su fe. Fue la misma fe la que hizo que con el paso del tiempo los sanjuaninos aprovecharan mejor el agua, planificaran, construyeran, superaran terremotos y tragedias, y buscaran siempre un horizonte mejor para sus familias y su vida institucional organizada. La misma fe que, cuatro siglos después, empezó a llevar a muchos hombres y mujeres a erigir capillitas, oratorios, templos diminutos y humildes, pero hechos a base de convicción y trabajo mancomunado, para nutrirse a diario de ese sentimiento comunitario de esperanza y protección que lleva a los pequeños milagros de cada día. DIARIO DE CUYO recorrió más de 5.000 km para describir y retratar esos altares de puro esfuerzo y fe en toda la provincia. Y hoy, en un nuevo aniversario de aquella fundación, homenajea así a todos los sanjuaninos que hacen porque creen, y que creen en lo que hacen.
Gente de fe
Grutas, capillas, oratorios diminutos, imágenes de la Virgen y de santos protectores: desde los barrios del Gran San Juan hasta los rincones de los departamentos más alejados, las comunidades se reúnen para apuntalar y practicar su convicción religiosa. En ellos, vaya un homenaje a todos los que creen, y actúan en consecuencia, en el cumpleaños 450 de San Juan.

