�Este año los controles fueron muy exhaustivos. Esto hizo que el chequeo de cada vehículo demorara varios minutos. Y por esta espera, la gente que estaba esperando en la fila para pasar el control comenzaba cada tanto a tocar bocina y a pedir que los policías apuraran la tarea. Hubo momentos tensos. Los efectivos encontraron bebidas alcohólicas entre los equipos de GNC, en los parlantes y hasta en los guardabarros. Todo lo que se incautó se llevó a las comisarías de Ullum y de Zonda. Las botellas serán destruidas en esta semana.