La imagen de Gago tras sentir que la lesión no era leve fue un anticipo de lo que luego arrojó el parte médico. El volante de Boca salió con la cara fruncida, sufriendo un dolor que ya conocía, y agarrándose la parte de atrás de su pie izquierdo. La zona del tendón de Aquiles, ese que se rompió el 13 de septiembre del año pasado en un clásico en el Monumental (antes del minuto de juego). Dicha lesión lo dejó cuatro meses afuera y recién volvió en los torneos de verano. El primer partido oficial fue en febrero. Y ayer vivió lo mismo porque Fernando se volvió a romper el tendón, el mismo.
El parte médico fue contundente: ‘Ruptura insercional del tendón de Aquiles y del injerto del tendón del flexor propio del hallux del tobillo izquierdo utilizado en la cirugía previa. Se efectuó RMN que constata la lesión. Será intervenido quirúrgicamente en el transcurso de la semana. Tiempo estimado de rehabilitación 6-7 meses‘.
En un principio, no se sabía bien qué le había pasado. Porque Gago fue al cruce con Alario, quedó en el piso y al salir de la cancha (a los 44’) mostró el empeine del pie izquierdo. Pero la realidad es que la lesión estaba atrás. Se retiró al vestuario ayudado por sus compañeros y luego se fue a hacer estudios, ahora con muletas. Y el resultado fue el peor. De mínima, serán cuatro o cinco meses sin jugar. ¿Y después? Paulo Ferrari y Alberto Márcico son jugadores que sufrieron dos roturas del tendón de Aquiles: el rosarino se recuperó y sigue jugando, mientras que el Beto tuvo que dejar.
Por otro lado, la lesión de Gago complica el panorama de Barros Schelotto para los próximos encuentros, incluido el cotejo que disputará el jueves próximo, en Asunción, contra Cerro Porteño, ya que recientemente también se lesionó Andrés Cubas y no jugará por el resto del semestre, mientras que Cristian Erbes recién volvió a jugar tras una larga inactividad, también por lesión.
