"Las ventajas de la maternidad tardía están relacionadas con una probabilidad mayor de tener sueños y proyectos concretados y realizados, que incrementen el placer y la plenitud de ser madre. Esta satisfacción personal facilita la compatibilidad entre ser profesional o contar con un oficio, disfrutar de una independencia laboral y económica, y fundamentalmente, con la madurez psíquica y emocional que son necesarias para criar a un bebe. Han quedado atrás aquellas normas sociales que "presionaban" para fundar una familia antes de los 30 años. Hoy la tendencia es otra: tener hijos cuando realmente se lo deseas. Algo saludable para la mujer que decide tener un hijo después de los 35 años es hacer caso omiso a los comentarios negativos que de seguro le hará su entorno sobre los riegos de que el bebé nazca con alguna malformación o síndrome de Down. Debe estar tranquila porque si bien puede haber algún riesgo, también hay una avanzada medicina preventiva que incluye el control prenatal y gestacional, estudios genéticos y métodos de diagnóstico para detectar cualquier problema’.
