El día estaba lindo y tal como lo hacía los feriados, Luis Escudero aprovechó la jornada para comer un asado en la casa donde vivía su amigo Diego Ríos, junto a su esposa e hijos. Así, junto a otros jóvenes, se dispuso a pasar un buen rato. Pero, lo que había planeado como un día más con amigos terminó en una tragedia. El joven obrero rural, oriundo de 9 de Julio, terminó atacado por un enjambre de abejas y falleció porque era alérgico, según explicó su familia. Esto ocurrió el pasado lunes en una finca de 9 de Julio. Al cierre de esta edición, el enjambre continuaba en el mismo lugar. Esto, a pesar de que la familia puso la denuncia en la Comisaría 11ma. El muchacho fue sepultado el martes y se espera que la Policía comience la investigación y derive el caso a la Justicia.

Luis tenía 26 años y era el menor de 10 hermanos. Era un joven trabajador, hacía changas en el campo y le gustaba pasar el tiempo con sus amigos, según contó su hermana Beatriz. Su familia se enteró de lo que había pasado cuando, alrededor de las 19 del lunes pasado, llegaron al Hospital Rawson. Allí los médicos les informaron que el joven había fallecido por una reacción alérgica producto de las picaduras, al ser trasladado al hospital en una ambulancia. Fue entonces cuando la familia de Luis se enteró que era alérgico a las picaduras de estos insectos.

José Rodolfo Ozán, que es perito apicultor de la zona, explicó que el joven “fue atacado por un enjambre de abejas que al estar a la intemperie se ponen más agresivas”. A esto, Ozán agregó que “tenemos una glándula que cuando te pica un abeja, se inflama hasta tal punto que obstruye las vías respiratorias, si sos alérgico, como sucedió con este muchacho. Quizás con un decadrón o con primeros auxilios en la ambulancia a Luis le hubieran salvado la vida”.

El joven llegó a la finca hacia el mediodía del lunes pasado dispuesto a pasar un buen día con sus amigos. Luego de comer el asado, se levantó de la mesa y se retiró hacia el descampado para orinar. Allí, según contaron sus amigos, al parecer pateó un tacho del que salió despedido el enjambre de abejas y lo atacó. Desesperado, Luis empezó a correr en dirección a sus amigos para pedir ayuda, pero se cayó y ya no pudo caminar. Fue entonces cuando los otros jóvenes se acercaron para ayudarlo y se dieron cuenta que la situación era más grave de lo previsto. Es por eso que uno de los chicos fue a pedir ayuda a la Comisaría, pero, según contó, no le dieron importancia. “Uno de los amigos fue a pedir ayuda y no le creyeron. Tuvieron que ir otra vez para que recién enviaran la ambulancia”, dijo Beatriz. Mientras esto sucedía, la esposa de Diego Ríos, intentaba espantar las abejas del cuerpo del joven, con un trapo. Ella también fue picada por estos insectos, pero como no es alérgica no le sucedió nada.

La finca donde ocurrió la tragedia se encuentra a sólo un kilómetro de la villa cabecera de 9 de Julio, donde además está el puesto sanitario. Por ser feriado ese día no había atención primaria de la salud, sólo quedaban las ambulancias en la Comisaría. “La ambulancia que lo asistió no tenía médico ni enfermeros, sólo un chofer. Por lo que no le pudieron poner ni si quiera un decadrón en el camino, menos, hacerle primeros auxilios”, aseguró Ozán.

Según contaron los amigos, la ambulancia llegó al lugar media hora después de que pidieron ayuda. Ahí, Luis fue trasladado al Hospital Rawson, donde los médicos constataron que había llegado sin vida. Esto es lo que quedó especificado en el acta de defunción que le entregaron a la familia, mediante la que además, se enteraron que era alérgico a las picaduras de abejas.

Hasta ayer, el enjambre continuaba en la finca. “Con este antecedente se ve que se trata de un enjambre muy peligroso y en estos casos hay que quemarlo para evitar que vuelva a suceder lo mismo porque hay muchos obreros que trabajan en esa finca”, explicó Ozán. Ahora, la familia está esperando que la Policía los cite para continuar con la investigación del caso.