En el año 2009, María Florencia Martín era una joven estudiante de ingeniería en minas que por primera vez se subía al escenario de la Fiesta del Trabajador Minero que se realiza tradicionalmente en Los Berros para recibir su corona de virreina de la minería.
Inmediatamente comenzó su vínculo con la industria minera local y luego de recibirse, comenzó a viajar por el mundo para conocer y ganar experiencia laboral. Incluso consiguió trabajo en Australia, en una de las empresas mineras más grandes del mundo. Decidió quedarse a vivir en el país oceánico, donde ya había formado pareja y tenía un consolidado grupo de amigos.
Sin embargo, de la noche a la mañana todo cambió. Mientras manejaba su auto rumbo a un shopping sintió algo fuera de lo normal en su cuerpo. Inmediatamente decidió ir al hospital y luego de una rápida revisión la mandaron a su casa con un diagnóstico de “migraña rara”.
“La vida me cambió inesperadamente de un momento a otro. Esa misma noche le había enviado un mensaje a mi mamá contándole lo bien que me sentía, lo feliz que estaba por todo lo que me estaba pasando. Incluso le dije: mami, si me muero hoy día quiero que sepas que me muero feliz”, comentó Florencia. Y continuó: “A las 24 horas estaba en una ambulancia sin entender que pasaba pero suplicándole a los paramédicos que no me dejaran morir”.
Un accidente cerebro vascular producido por una “malformación” de nacimiento en el corazón de la ingeniera en minas permitió que un coágulo llegara hasta su cerebro mientras manejaba.
“Toda mi existencia se puso de cabeza, soy una mujer que se cuida, que lleva una vida muy sana y creo que eso fue lo que ayudó a que me recuperara más rápido de lo normal. Está bueno que la gente sepa identificar estas cosas, yo le hice caso a mi intuición luego que me dijeran durante dos semanas que era migraña y me confirmaron el diagnóstico del ACV, es decir que mi intuición me salvó la vida”, contó Florencia.
La ex virreina de la minería sanjuanina 2009 decidió contar su experiencia para ayudar a todas aquellas personas que atraviesan por un accidente cerebro vascular. “Hay que estar atento a los síntomas y sobre todo acudir a profesionales para que diagnostiquen, no hay que esperar para ver si los dolores se pasan”, dijo.
Actualmente, la ingeniera en minas no recupera por completa la visión del ojo izquierdo. También comentó que todo su lado izquierdo de su cuerpo sigue entumecido, con cosquilleo y fatiga. “No puedo concentrarme durante mucho tiempo, sufro sobrecarga sensorial, tampoco puedo manejar ni trabajar, pero estoy viva. Con el tiempo los síntomas mejorarán y algunos tal vez queden para siempre, todo depende de mi cuerpo y de la capacidad que tenga de sanarse a sí mismo y generar nuevas neuronas”, comentó con la tranquilidad que la caracteriza.
Florencia dejó en sus redes sociales 10 consejos sobre su difícil experiencia en el exterior:
1) Cualquier persona de cualquier edad puede sufrir un ACV.
2) Nunca ignores tu propia intuición y escucha cuando tu cuerpo hable.
3) A veces por más que hagamos todo bien en cuanto a alimentación y estilo de vida, hay cosas que puede ocurrir porque nacimos así. Pero mantenerte lo más sano posible ayuda en la recuperación.
4) Decirle a alguien que le dio un ACV porque no es vegano es una falta de humanidad terrible. Cada persona tiene su propia bio-individualidad y un documental de Netflix no te hace médico o nutricionista.
5) Los amigos siempre están, de cualquier forma, a cualquier hora y a miles de kilómetros.
6) La vida es increíblemente frágil.
7) En un momento estás decidiendo si tomar té o café y al siguiente minuto estás debatiéndote entre la vida o la muerte.
8) Nunca usé la palabra “padecí”. Acepto y agradezco, a veces con más dolor que otras porque este ACV me enseño lecciones y la transformación que me está brindando son demasiadas para negarlas.
9) Agradece y ama todo lo que llegue a tu vida.
10) Como decía siempre mi abuela: “Estate depilada y con calzones nuevos cuando salgas a la calle por las dudas que termines en el hospital”.