"Cuando estuve en Sarmiento me operaron de la rodilla. Aquella vez el médico me dijo que no iba a poder jugar más al hockey de manera competitiva. Fui despacio, me cuidé y en la actualidad no me duele para nada. Eso sí, hice mucha bicicleta".
"¿La Selección argentina? Nunca estuve pero, como todo jugador de hockey, es el sueño máximo. Algunas veces me preguntaba ‘¿si ese está, porque yo no?’ Pero no se me dio. Aunque el haber jugado en Europa ya fue un sueño cumplido".
"Pensando en el futuro, me veo trabajando acá como siempre y ligado al hockey sobre patines. Una vez que cuelgue los patines, me encantaría ser técnico. De los chicos, de los más grandes. Eso sí, en Concepción, porque es el club de mi vida".
