Ni bien la leña comenzó a encenderse, la gente tuvo que retroceder para mantenerse a salvo. En menos de 5 minutos, las llamas alcanzaron gran intensidad y altura, provocando hasta la quema de un cable de teléfono. Ocurrió la noche del domingo pasado, en Sarmiento, donde por 40 años consecutivos se realizó la fogata en honor a San Juan Bautista, organizada por Luis Paredes. Unas 300 personas concurrieron al evento.
Algunos niños llevaron sal gruesa para arrojar a la fogata como indica la tradición, pero no pudieron hacerlo. El calor del fuego hizo que los espectadores debieran permanecer a más de 50 metros de las llamas que incluso quemaron algunos postes del alambrado que rodea el terreno donde se hizo la fogata. Gracias a la intervención de los vecinos y de los visitantes que, acarreando agua en baldes y usando los matafuegos de los vehículos, el inconveniente fue controlado.
"Este fuego de San Juan Bautista que nos hizo retroceder nos sacó cualquier mal que teníamos adentro del cuerpo. Es un fuego sagrado", dijo Luis Paredes mientras se tapaba el rostro con la mano para protegerse del calor. Lo mismo hicieron los hombres voluntarios que se encargaron de distribuir las brasas en círculo, una vez que el fuego consumió toda la leña. Se rotaron para hacer este trabajo, ya que el calor no les permitía estar cerca del fuego por más de un minuto.
Esta tarea se demoró más de lo programado. El braseador de madera que usaron para remover las brasas se quemó y rompió a causa del calor.
Una vez que todo estuvo listo, la gente recién se acercó para ver el espectáculo de caminar descalzos sobre las brasas, un ritual en el que participaron hombres y mujeres de todas las edades, entre ellos, Rosa Mondaca, de 12 años. La niña contó que hace un par de años se quemó la panza y pelvis cuando se le cayó encima una tetera con agua hirviendo. Dijo que en ese momento se encomendó a San Juan Bautista para poder sanarse y quedar sin cicatrices. Así sucedió y por eso quiso caminar sobre las brasas para demostrar su fe en el Santo y para agradecerle su bendición.