La fiesta arrancó después de las 23, porque los concurrentes venían todos de trabajar, pero el cansancio era lo que menos importaba. Era la noche de los empleados de comercio, y las más de 3.000 personas que concurrieron a festejar y elegir su Reina por primera vez, no parecían venir de una larga semana de trabajo. Algunos hasta se hicieron tiempo para preparar sus banderas y pancartas para alentar a sus candidatas, o caracterizarse con pelucas y luminosos para llamar más la atención. Para la medianoche, la Sala del Sol ya estaba quedando chica y hubo que habilitar la sala contigua, mientras el gran escenario donde luego actuaría el Yeyo y la pasarela por donde desfilarían las chicas se robaban la atención. Una larga mesa fue dispuesta al costado, para que las autoridades del Sindicato de Empleados de Comercio y un grupo de idóneos en estética, seleccionados por Mannequen´s Models, pudieran apreciar a las candidatas y votar, cuando llegara el momento. Fueron dos las pasadas que hicieron las 12 candidatas, una con ropa de calle y otra de noche, luego de lo cual circuló una urna para recolectar los votos del jurado y del público. “¿Dónde está la gente de La Rueca, de Plumitas, de Osecac, de Frávega, de Easy?”, repetía el locutor desde el escenario, para que desde el público las hinchadas levantaran sus carteles y vivaran el nombre de sus respectivas candidatas. No fue la típica fiesta sindical, con mensajes de tinte político y discursos de campaña. Fue un festejo de los trabajadores donde ellos fueron los principales protagonistas, tanto en el momento de votar para elegir a su Reina, como en los sorteos de premios y en el baile final, con el que todos celebraron su día.
