Aníbal Fernández y Fernando “Pino” Solanas escribieron ayer un nuevo capítulo del culebrón que los tiene como principales protagonistas de la pelea entre el Gobierno y un sector de la izquierda del Congreso. “Pino Solanas es un impresentable. Yo callé pacientemente durante mucho tiempo porque suponía que eran chisporroteo propios de la campaña y no tenía muchas ganas de andar generando nuevos conflictos. Pero la verdad es que es impresentable, oportunista, garca”, reiteró ayer el jefe de Gabinete. También ratificó que entre hoy y mañana presentará una querella en su contra ante la Justicia por haberlo llamado “ministro delincuente”. Por su parte, Solanas volvió a repudiar los escraches y pegatinas de afiches en contra de políticos opositores y periodistas, y sostuvo que hace “responsable a este ministro que me encanta, que me querella, a Aníbal Fernández y al Gobierno nacional, sobre mi seguridad personal y la de todos los opositores”. Fernández y Solanas llevan varios días de fuertes cruces a causa de la detención de un colaborador del diputado de Proyecto Sur Claudio Lozano dentro del Ministerio de Economía. Aníbal dijo que el legislador, jefe del bloque de Proyecto Sur, “es un bienudo que la va de peronista y nunca tuvo nada que ver con el peronismo. Bien de definición de izquierda perfumada: vota por izquierda pero vive y gobierna por derecha”.
