San Juan.- “Yo tenía a mi mamá internada en otro lugar, pero no me gustaba porque tenía restricción horaria para ir a verla y eso me daba mala espina. Eso es lo que más me gustó de este geriátrico, que puede venir a la hora que sea. Eso me permite verla y controlar”, aseguró Miriam Riveros, hija de la una de las abuelas que vivía en el hogar que fue denunciado por supuesto maltrato hacia los abuelos.

Después de enterarse de la clausura del hogar, los familiares de los adultos mayores que vivían allí se acercaron para retirarlos. Y, en general, defendieron al geriátrico y dijeron que nunca notaron nada negativo en cuanto al cuidado de los adultos mayores.

“Yo tengo acá a mi hermana, que tiene Parkinson. Ella está flaca, pero los médicos me dijeron que es normal, debido a su enfermedad. Yo vengo y la acompaño cuando come, la comida es buena y todos comen hasta saciarse. Además, los abuelos están limpios y tienen atención médica. No tengo de qué quejarme”, dijo otra familiar que prefirió dejar su nombre en reserva por cuestiones laborales.

A la vez, los allegados a los abuelos contaron que en lugar cuentan con asistencia médica, una nutricionista y masajistas. “Incluso, en verano, con autorización de los familiares, los iban sacando de a dos al Parque. La verdad, no sé por qué hicieron esta denuncia’, dijo Riveros.

Por otra parte, todos afirmaron que estaban al tanto de que el lugar no tenía habilitación, pero que sabían que era por cuestiones edilicias y no porque los abuelos no recibieran buena atención.