�Durante el mandato de Tragant, apenas ocurrido el golpe militar del ‘76, durante unos 15 días, según citaron los testigos en el megajuicio de lesa humanidad, funcionó en la vieja Legislatura Provincial, debajo de las escalinatas del estadio abierto del Parque de Mayo, un centro de detención manejado por efectivos del Ejército.
Aunque ahora funcionan allí algunas dependencias de la Subsecretaría de Deportes, el edificio luce abandonado, lleno de polvo, con viejos sillones y hasta algunas urnas de madera, como recuerdo del regreso a la vida democrática.
El lugar fue motivo de una inspección ocular ordenada por el Tribunal en lo Criminal Federal de San Juan en marzo del año pasado (foto).
Testigos contaron que los llevaban vendados, en un hall del ingreso los ponían con las manos sobre la pared y los golpeaban. Por allí pasaron, por ejemplo, los hermanos José Luis y César Gioja y también el padre de ambos.
