La lluvia y la crecida del 30 y 31 de enero pasado, en Sarmiento les cambió la vida. El agua arrasó con sus muebles, ropas, documentos y dejó a cientos de personas en la calle. Y a pesar de que la mayoría ya tuvo una solución habitacional, aún quedan unas 20 familias que viven hacinadas en el viejo hospital de Media Agua.

Desde el municipio de Sarmiento les pidieron que dejen el lugar, pero los evacuados dijeron que no tienen dónde ir ya que todavía no terminan el barrio que les prometieron.

El hospital ya no funciona como tal, pero tiene sus pasillos atestados de gente, como si esperaran ser atendidos en los consultorios que ahora son dormitorios. Allí viven 67 niños y 26 adultos que desde la precariedad se las ingenian para pasar el día a día.

No tiene heladera ni mesas donde comer. Por eso ver a los niños sobre las camas o en el piso con los platos en la falda es algo habitual a la hora del almuerzo. Mientras que un rato antes las mamás hacen fila para preparar la comida en una hornalla comunitaria. La mayoría de las mujeres preparara la comida en una cocina que una de las evacuadas cedió. Por eso, entre todos compran la garrafa de gas y se prestan las ollas.

Con cortinas o puertas vidriadas, las habitaciones donde antes había enfermos, se convirtieron en especies de casas que albergan hasta 13 personas en algunos casos. Por eso, hay gente que además de dormir, cocinar y hacer los deberes con los chicos, cuelga la ropa mojada en el interior de las piezas. Y a pesar de que cada familia tiene su lugar para dormir, comparte los baños, el lavatorio y las duchas que están separadas de los inodoros y mingitorios. Se las rebuscan para bañarse, porque las duchas no tienen cortinas ni agua caliente, es por eso que aseguran que es una de las situaciones más feas que viven cotidianamente.

Es usual ver por la tarde, a la gente agolpada en el hall central tomando mate. Mientras que los niños, que no dejaron de ir a la escuela, juegan en el patio donde antes estacionaba la ambulancia.

Estas familias son las que vivían en Media Agua y cuyas casas se inundaron. El intendente Alberto Hensel dijo que les pidió que abandonen el hospital y que busquen alguna alternativa para vivir hasta que les entreguen el barrio. El funcionario agregó que, junto a Desarrollo Humano, está gestionando subsidio para ayudarlos con el alquiler de casas.