Ester Baldivieso atraviesa una difícil situación desde el pasado 11 de enero, el día que llegó a Bolivia junto a dos de sus hijas para realizar el trámite sucesorio por el fallecimiento de su padre. “Yo nací en Bolivia pero vivo en San Juan hace más de veinte años: mis hijos, mi casa, mi esposo, todo lo tengo en San Juan y desde marzo que no podemos volver”, comentó Ester con un profundo tono de angustia.
El 15 de marzo se decretó la cuarentena obligatoria en la ciudad de Sucre y Ester junto a sus hijas Candelaria y Jazmín quedaron varada sin posibilidad de retorno alguno. “Yo tengo lupus y una afección cardíaca grave que no puedo medicar porque ya no tengo dinero. Mi esposo y mis hijos, que viven en Santa Lucía, nos mandan dinero pero es muy poco. Aquí está todo bloqueado, ya no llega alimento ni medicamentos, es una situación desesperante, intento ser fuerte por mis hijas, pero ya pasó mucho tiempo y nunca nos respondieron nada de la Cancillería de Argentina en Cochabamba”.
Debido a su delicado estado de salud, Ester evita salir a la calle y es su hija Candelaria Masías (22), una joven estudiante de la Universidad Nacional de San Juan, quien sale a hacer las compras con un traje especial de bioseguridad para tratar de evitar que su madre se contagie.
“Acá está todo muy complicado, estamos quedadas en la casa de una amiga de mi abuela que nos ayuda mucho, pero se nos acaba el dinero. Trabajé un mes en un comercio para tratar de hacer algo de dinero pero cerró por la cuarentena. Hay días que salgo a vender gelatinas con crema en las esquinas para hacer alguna moneda que nos permita subsistir”, comentó Candelaria Masías Baldivieso.
Desde el mes de marzo que las mujeres varadas en Bolivia intentan ser repatriadas a través de la Cancillería Argentina de Cochabamba, sin embargo, no tuvieron ninguna novedad desde el último llamado. “Me trataron muy mal, hasta de indios te tratan aquí cuando les informas que sos de otro lugar y que quieres regresar a ver a tu familia. Escribimos cartas, mails, llamamos, pero no nos atienden y ya estoy desesperada”, comentó Ester.
El resto de la familia Masías Baldivieso intenta desde hace meses que Ester, Jazmín (6 años) y Candelaria puedan regresar a su casa ubicada en Alto de Sierra, pero hasta el momento no han conseguido ningún tipo de ayuda. Por su parte, Ester comentó que hace dos meses habló con la Dirección de la Niñez y Familia del departamento Santa Lucía: “Me dijeron que por la cuarentena no podían hacer nada, yo les dije que estoy con mi hija menor, que es sanjuanina, y que a mí se me estaban acabando los medicamentos, pero todavía no tengo respuesta”.
La hija de la mujer varada en Sucre indicó que la ciudad actualmente se encuentra atravesando una difícil situación debido a la creciente cantidad de contagios de coronavirus y los bloqueos de diferentes sectores políticos que impiden el ingreso de mercadería y elementos necesarios como medicamentos. “Aquí se está viviendo un calvario, no dejan pasar los tanques de oxígeno para los enfermos graves de coronavirus, es una locura. Intento no llorar mientras cuento todo esto, sobre todo por mi mamá y mi hermanita que es chicha y no entiende bien toda la situación. Solo pedimos ayuda para regresar, por favor”, concluyó la hija de Ester.
Para contactarse con Ester o su hija Candelaria, se puede llamar o enviar mensajes a los siguientes teléfonos: +59170320425 / +59161890374.