En el orden de prioridades para el uso del gas en el país en los últimos 5 años, el Gobierno nacional fue claro: se prioriza en primer lugar el suministro domiciliario, luego el GNC y por último, las grandes empresas, que al fin y al cabo terminan pagando las consecuencias de la falta de previsión energética.

En los años 2010 y 2011, principalmente en los meses de junio y julio, las estaciones de servicio de GNC tuvieron que pasar grandes franjas horarias impedidas de cargar el tubo de gas de muchos automovilistas, siendo los más perjudicados los taxistas, remiseros y fleteros. ‘Hasta ahora no hemos tenido problemas, pero apenas los fríos sean más intensos y consecutivos, sabemos que somos uno de los gatillos y habrá momentos que por baja presión no podremos vender’, explicaron ayer desde la Cámara de Expendedores de Combustible de la provincia.