No fue la que cayó cerca de Andrés Lavorante en el partido de vuelta de la fase anterior ante Trinidad que motivó la suspensión y pérdida de esa llave por parte de Unión. Esta, la de anoche en el Sur mendocino, fue la de la alegría y los festejos para hacer olvidar lo ocurrido el pasado domingo 2 de mayo.

Unión ganó y en menos de un año y con Víctor Hugo Cabello al mando ya tiene un ascenso (el del Torneo del Interior) y se perfila a otro al debutar en una categoría y meterse ya entre los 10 mejores.

Anoche le cortó el invicto a San Martín de 18 juegos sin derrotas en casa y se vengó de aquel 3-0 en contra en esta misma cancha en lo que fue la última caída del Azul. Triunfo que los locales no supieron digerir y que los llevó a pelearse con sus pares de Unión en los vestuarios, que motivó que la policía los separara.

Lo que nadie pudo impedir es que el conjunto de Villa Krause siga vivo, con la luz de la esperanza encendida, en una fiesta que continuó en Rawson (en la plaza de Villa Krause los hinchas cortaron las calles adyacentes e invadieron la plaza).