El punto de partida. La inscripción en la réplica de la estatua de la Libertad, contemporánea a la emblemática de Nueva York despertó la curiosidad de un coleccionista, que creció al enterarse que Sarmiento bautizó así a otra 9 años antes.

 

Tres conocedores locales de la obra y vida de Domingo Faustino Sarmiento coincidieron en darle crédito al planteo que hizo un coleccionista norteamericano: si al Maestro de América no hay que adjudicarle la autoría intelectual de la Estatua de la Libertad, un ícono de Nueva York.

La periodista Silvina Dell’Isola escribió el artículo que publicó ‘La Nación revista’ el pasado 6 de agosto, presentando el enigma que tiene verosimilitud para Beatriz Oviedo -exidirectora de la Casa Natal de Sarmiento-, Valeria Sacchi -investigadora de la Casa Natal- y el licenciado en Historia Eduardo Carelli.

La inquietud nació en el arquitecto David Weingarten, quien junto a su esposa posee en California 3.500 miniaturas de monumentos y edificios famosos de todo el planeta. Y entre las representaciones de la emblemática figura neoyorquina hay una de 1,27 metros, que tiene dos particularidades que la diferencia de la original de 93 metros. En la cabeza tiene un gorro frigio, en vez de la corona de 7 puntas, y en la tablilla que lleva su mano izquierda figura la inscripción “25 de Mayo de 1810”, fecha exclusivamente trascendente para Argentina. Esta efigie es de 1878 mientras que la monumental se terminó de ensamblar en 1886.

Entre los datos que sostienen la inquietud, Oviedo resalta el hecho que Sarmiento integró la comisión que reformó la Pirámide de Mayo y bautizó como ‘Estatua de la Libertad’ a la escultura que la remata, que lleva un gorro frigio.

Esta obra se realizó en 1856, 9 años antes de la cena de Versailles, Francia, donde nació la idea de regalar un monumento a Estados Unidos por el centenario de su declaración de Independencia. El anfitrión de esa cena fue Edouard de Laboulaye, íntimo amigo de Sarmiento, con quien mantenía correspondencia desde 1846. Una de las opiniones que los unía era la admiración por la organización que existía en Estados Unidos. “En este ir y venir de ideas que haya surgido después la de la estatua es factible”, indicó Sacchi.

Los tres consultados aseguraron que no hay documentación conocida que haga referencia a una respuesta. Carelli aclaró que no está acabada la historia, por la gran cantidad de escritos de Sarmiento que no fue sistematizada.

Protagonistas

EDUARDO CARELL – Licenciado en Historia
 

En principio, si bien es de difícil comprobación lo que sostiene Weingarten, es totalmente plausible.
Para buscar la respuesta habría que conformar un grupo de historiadores que busquen información. Más que documentos oficiales, la información más certera lo pueden aportar los epistolarios.
 

VALERIA SACCHI – Investigadora Casa Natal Sarm

La probabilidad existe. Además que nombró ‘Estatua de la Libertad’ a la de la plaza de Mayo mucho antes que surgiera la idea de la otra, que Francia regaló a Estados Unidos, él era un convencido que los monumentos representaban ideas de la sociedad en un momento. Y compartía esa idea con Laboulaye.

BEATRIZ OVIEDO – Exdirectora Casa N. Sarmiento
 

Realmente no hay una documentación, al menos conocida, que aclare sobre este tema.
La pregunta abre las puertas para una mayor investigación. Queda mucho material de Sarmiento en manos de particulares, que no fue sistematizado para ampliar sus obras completas. Aún queda mucho Sarmiento por descubrir.