Entre los ‘efectos colaterales’ de la pandemia en San Juan, la obesidad infantil es un tema que profundiza la atención en especialistas. Desde que mutó intempestivamente la rutina diaria el año pasado por el aislamiento social obligatorio, (niños y adolescentes pasaron meses sin salir de casa prácticamente), aceleró el crecimiento de la cantidad de estas personas con sobrepeso.

“La Pandemia por Covid-19 ha sido un disparador del sobrepeso y obesidad, hubo muchos cambios en la rutina de los niños, por lo cual esto llevó a una sobrealimentación y también al sedentarismo”, afirmó la licenciada en nutrición Tatiana Landa (MP 302).

La profesional definió a la obesidad como el aumento de la grasa corporal, que se ve reflejado en el peso, y aclaró que “en la población infantil ha ido en aumento; malos hábitos alimentarios, falta de organización, poca actividad o nada de actividad física, pasar más tiempo de lo recomendado con pantallas, ha llevado que en niños y adolescentes la obesidad y sus complicaciones (Colesterol alto, Insulinoresistencia, Hipertrigliceridemia) se vean de manera más frecuente en la práctica diaria”.

Muchos niños y adolescentes obesos podrían necesitar tratamiento terapéutico. La licenciada en psicología Eliana Montaña (MP 1194) indicó: “Durante el año 2020, especialmente en época de confinamiento durante la pandemia, se pudo observar a nivel general un mayor aumento de peso en las personas. Ya ciertos hechos a nivel social dan cuenta de esta situación, por ejemplo "memes" que se divulgaron (y continúan hasta hoy en día), dan cuenta acerca de como una gran cantidad de personas se sienten identificadas con esta situación. Hablar de "aumento de peso" es un concepto muy amplio, se incluyen desde aquellas personas que puedan haber aumentado solo un par de kilos pero continúan dentro de un peso saludable, hasta personas que puedan haber llegado a indicadores de sobrepeso y/u obesidad. A su vez, esto se puede observar en todas las edades, es decir, desde niños a adultos mayores”.

La psicóloga mencionó dos ‘disparadores’, en el nuevo contexto, que incentivaron a un aumento de consultas: “Por un lado, el hecho de contar con más tiempo libre nos permite tener dedicación para preparar comidas más elaboradas y se convierte en una manera de pasar el tiempo libre de una manera que se vive de manera más placentera. Por otro lado, muchas madres y padres manifiestan que en la vorágine del día a día cuentan con menos tiempo para planificar comidas más saludables y caen en mayor consumo de comidas rápidas e industrializadas. Esto para ejemplificar situaciones que suceden en distintos contextos, pero ambas pueden influir en aumentos de peso tanto en adultos como en niños”.

Landa coincidió que el aumento de casos que recibe en el consultorio potencia una situación que ya venía de antes y que se vio reflejado en un estudio a nivel nacional: “La segunda encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS) realizada en 2018-2019, arrojó datos sobre el estado de Sobrepeso y Obesidad a nivel Nacional en la población infanto-juvenil, los datos fueron que tanto en niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años el 40% tiene exceso de peso”.

Montaña, indicó que desde su experiencia notó que “en la práctica clínica, se puede observar el gran peso de la ansiedad y su influencia en la manera de comer. Este aumento de la misma puede verse asociado al miedo que todo este contexto genera y a la incertidumbre (en relación a la salud, economía, pandemia, virus, etc…). Todo esto, sumado a un aumento del sedentarismo como resultado de las medidas, también influyen en aumentos de peso”.

Landa subrayó que la alimentación es fundamental para el crecimiento y desarrollo del niño, por eso crear buenos hábitos desde que los niños comienzan con la alimentación complementaria (a partir de los 6 meses) previene enfermedades en la infancia y en la edad adulta.

Mientras que Montaña completó señalando un par de sugerencias: “En primer lugar, no alarmarse; sino más bien consultar con profesionales idóneos en caso de considerar que el aumento de peso pueda estar teniendo un impacto significativo en la salud. Para abordaje de sobrepeso y obesidad, fundamental abordar con control clínico, nutricional y psicológico, especialmente para abordar aspectos emocionales que puedan estar influyendo en el aumento de peso. Por otro lado, buscar maneras de disminuir el nivel de ansiedad. Son una manera de mejorar la calidad de vida, prácticas como la meditación y el mindfullness, ejercicio, prácticas de yoga, entre otras, tienen un impacto muy positivo en este aspecto”.

Finalmente, Landa aseguró que la prevención juega un papel fundamental, así como también el tratamiento de las complicaciones desde la alimentación.

  • La Alimentación en los niños debe ser variada, pensada y organizada.
  • Las frutas y verduras de todo tipo y color deben estar presente en el hogar, así como también en las meriendas para el colegio y colaciones.
  • Las galletitas, o productos Ultraprocesados NO aportan nada, solo grasas saturadas, azúcares simples y aditivos que impactan directamente en el aumento de peso.
  • Tenemos que tratar que los niños tomen agua y que jugos y gaseosas estén reservados para situaciones especiales.
  • Evitar el Sedentarismo, tratando de que reduzcan el uso de pantalla, estimulando los juegos, el uso de la bicicleta, patines, el juego con sus pares.