La industria del jugo de uva español está dando un giro inesperado y que pone en alerta al mosto argentino. Es que, luego de ser por décadas sólo proveedor de la Comunidad Europea y principalmente producir para abastecer su propio consumo, ahora saltó al ruedo y ya está enviando en buenos volúmenes sus concentrados a los Estados Unidos. Por estos lares, de antemano saben que a diferencia del jugo de manzana chino, que actúa como sustituto, el mosto español es competencia y de la buena. “Preocupa y mucho, porque es España y tiene mucha uva, pudiendo elaborar mucho mosto. El tema es que ellos hoy por hoy son más competitivos que nosotros y nos pueden ganar una buena porción de mercado´´, explicó Sergio Colombo, gerente de la Cámara Argentina de Exportadores de Mostos.

En porcentajes de participación, el retroceso del mosto nacional en el mercado Yanqui ya es evidente: Mientras que en el 2008, el 87,9% del jugo concentrado que llegaba a EEUU era argentino, en 2010 fue sólo el 65,6% (ver infografía). ¿Las razones? En parte, los bajos volúmenes que elaboró Argentina producto de sendas vendimias que estuvieron atravesadas por durísimos problemas climáticos, que fue muy bien aprovechado por Chile y España; y por el otro, tal vez el que más complica y preocupa, es la pérdida de competitividad que es gradual y altamente perjudicial para la economía nacional.