El insoportable olor y la consistencia espesa del líquido que hay en las cunetas dejan en evidencia que la suciedad es producida por la sustancia de los pozos negros. Ante este panorama, los padres del Colegio San Vicente de Paul, se manifestaron ayer en la puerta del establecimiento pidiendo una solución. Es que algunos vecinos del barrio Monseñor Orzali, de Rawson desviaron los líquidos cloacales por una canaleta que atraviesa la vereda y llega a la cuneta que pasa por la escuela. Dicen que lo hicieron porque los pozos negros colapsaron. Desde el municipio prometieron solucionar a este conflicto.
Es un problema de larga data. En 2009 la escuela hizo los primeros reclamos en la Secretaría Ambiente y en la Policía Ecológica. Y a pesar de que estas instituciones constataron el problema, no hubo soluciones. El año pasado volvieron a hacer los reclamos y este año también. Lo único que consiguieron es que camiones atmosféricos limpien las cuentas. Pero a los pocos días la situación vuelve a ser la misma: cunetas rebalsadas, olor, mugre y mosquitos. Ante esta situación, los papás estallaron esta semana cuando varios chicos presentaron infecciones por picaduras de mosquitos. Es que el agua está totalmente contaminada. Es más, los alumnos del último año del secundario hicieron un análisis del liquido y comprobaron que tiene la bacteria escherichia coli. ’No la mala, pero no deja de ser una bacteria’, dijo la directora del nivel secundario, Adriana Cobos.
Este conflicto comenzó cuando los vecinos del monoblock 10 del barrio Monseñor Orzali empezaron a tener colapsos del pozo negro. Para evitar que las aguas servidas ingresen por los resumideros del departamento de la planta baja, hicieron una canaleta para desviar los líquidos del pozo séptico hacia la cuneta de regadío. De esta forma el líquido llegó a la puerta del colegio, afectando así a cerca de 1.000 alumnos (turno mañana y tarde) y a los demás vecinos del barrio Belgrano, aledaño al Orzali.
Al líquido de las cuentas, se le suma la basura que se acumula y que nadie se atreve a limpiar porque al remover el olor se intensifica notablemente. ’Hay veces que el portero limpia las cuentas, pero queda toda la basura en las orillas de la calle y los niños arrestan sus mochilas o juegan a la pelota. Y eso es un foco infecciosos muy grande’, dijo Sandra Hidalgo, una de las mamás que contó su preocupación ya que su hijo fue uno de los picados por mosquitos.
’No queremos más soluciones paliativas. Necesitamos que de una vez el conflicto se termine. Nosotros ofrecimos pagar el desagote de los pozos para calmara el olor, pero al tiempo todo vuelve a ser como siempre’, contó Mauricio Tejada, el director de primaria.
Ante esta situación, Rubén García, secretario de Obra de Rawson, dijo que están esperando que los vecinos autoricen entrar al barrio para construir un nuevo pozo. ’La mujer de la planta baja dijo que rompió la vereda porque el olor en su casa era insoportable. Por eso apelamos a la solidaridad y no la multamos. Y a penas esté el pozo nuevo vamos a tapar la canaleta’, dijo el funcionario, que explicó que los gastos de la construcción van a correr por cuenta del municipio.

