Envases de bebidas energizantes en el interior de las aulas, zapatillas viejas dentro de las chimeneas y esvásticas nazis pintadas con aerosol sobre las paredes indican que allí, en el último año, habitaron personas ajenas a la comunidad educativa. Este edificio, en la Villa Ibáñez de Ullum, donde funcionaba la Escuela Benjamín Lenoir, fue desocupado en agosto del 2008, y al poco tiempo se convirtió en un aguantadero donde sus nuevos habitantes se encargaron de romper hasta los sanitarios. El municipio de Ullum quiere reciclarlo y convertirlo en una casa con fines turísticos, sociales y culturales. Y hay otro proyecto privado para instalar allí una fábrica de ropa.
El 21 de abril de 2008, la escuela primaria y de doble jornada Benjamín Lenoir se cambió de domicilio. De la Villa Ibáñez pasó a un establecimiento en la Villa Aurora para evitar la deserción escolar por una cuestión de distancia. A meses de ser desocupado, el edificio quedó totalmente abandonado, sin caseros y usurpado por desconocidos que rompieron muebles, sanitarios, puertas y ventanas, y se robaron los cables de la conexión eléctrica y los calefones.
Una autoridad del Ministerio de Educación, que dejó su nombre en reserva, admitió ayer que este establecimiento está actualmente abandonado y en estado lamentable. También contó que ni bien esta escuela cerró sus puertas, el Ministerio de Educación contrató a una familia beneficiada con planes Jefes de Hogar para que se hiciera cargo del cuidado y mantenimiento del edificio. Pero que sorpresivamente y sin aviso abandonó el trabajo. Y que a partir de entonces el lugar quedó sin custodia. Este funcionario dijo que él mismo tuvo que hacer varios viajes hasta el edificio para sacar y guardar un par de calefones y muebles que aún no habían sido destruidos. Consultado por DIARIO DE CUYO sobre si el Ministerio de Educación pondrá nuevamente a alguien a cuidar el lugar, dijo que "la ministra ordenó no hacerlo hasta tanto se decida el destino del edificio".
El edificio de la ex Escuela Benjamín Lenoir está en la calle Arnobio Sánchez, justo a la entrada del pueblo de Ullum. Y esta ubicación e infraestructura (ocho aulas, dos cocinas, un comedor, un playón deportivo y un parque) quieren ser aprovechadas por el municipio. Tanto el intendente Alfredo Ortiz como los concejales del Frente Para la Victoria han iniciado un expediente solicitando al Ministerio de Educación la cesión del edificio para transformarlo en una casa donde desarrollar actividades recreativas, turísticas, religiosas, sociales y culturales. "Desde el año pasado estamos tramitando esta cesión sin recibir respuesta -dijo el concejal Oscar Ortiz-. Ni siquiera hemos conseguido una audiencia con la ministra Cristina Díaz".
Frente a estas declaraciones, el funcionario del ministerio sostuvo que este pedido se está evaluando, junto a uno realizado por un particular que quiere alquilar el edificio para instalar allí una fábrica de ropa.

