Celoso de su vida privada y sin hijos, Alfredo Pérez Rubalcaba disfruta con la novela negra, escuchando a Joan Manuel Serrat o fumando un puro de vez en cuando pero, sobre todo, viendo al equipo de sus sueños, el Real Madrid, y los goles de su ídolo deportivo, Zinedine Zidane.

Fue campeón universitario nacional de los 100 metros lisos (10,9 segundos) en los años 70, pero una lesión lo alejó del atletismo. Pasa sus vacaciones en el Norte de España, principalmente en Asturias y Cantabria.

Pero Rubalcaba no sólo tiene pasiones, también las levanta. En 2010 la revista Vanity Fair le colocó en cuarto lugar en una lista de personalidades con poder que desprenden un halo de erotismo. Estaba por detrás del empresario Francois Henri Pinault, Nicolas Sarkozy y Barack Obama, los gobernantes de Francia y de Estados Unidos, respectivamente.

Rubalcaba tiene un patrimonio declarado de una vivienda y cerca de un millón de euros, en su gran parte procedente de una herencia.