El predio del Regimiento de Granaderos a Caballo mantiene oficios tan peculiares como el de morrionero o herrero de caballos. En el primero de los casos trabajan diariamente cinco personas a cargo de Héctor Palomba, que desde hace 25 años confecciona los elegantes sombreros (morriones) de los granaderos. Es un oficio que se trasmite de generación en generación. Los sombreros también son empleados como obsequios para los visitantes ilustres. El oficio de herrero perdura en el regimiento de granaderos y sus encargados son los responsables de cambiar las herraduras de 350 caballos cada 45 días. Los cuidan dos veterinarios y cuatro estudiantes avanzados que realizan pasantías.
