Las 16.500 entradas populares puestas ayer a la venta para el clásico se agotaron en seis horas y se disparó la reventa con precios que alcanzan los 1.500 dólares. Entre 2.000 y 3.000 hinchas debieron retirarse de las taquillas de Rosario Central y Newell´s Old Boys, tras una espera de dos días a la intemperie, sin haber conseguido entradas.

El responsable de la venta, Emilio Vásquez, de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), advirtió a los aficionados que puede haber en la reventa boletos falsos. Una mujer de nombre Graciela fue la última que consiguió comprar en las taquillas dos boletos, uno para ella y otro para su hijo. “Desde el miércoles que estaba haciendo la cola”, dijo Graciela.