La suspensión cautelar del juez Baltazar Garzón, acordada por el Poder Judicial (CGPJ), fue calificada como un “retroceso de la transición española” y señal de una “persecución injusta”, según dos analistas chilenos. “Es un retroceso, una frustración para las víctimas y un triunfo claro del fascismo español que puso en marcha esta maquinaria para deshacerse de Garzón”, apuntó a Efe el abogado de causas de derechos humanos Roberto Garretón. Para la presidenta de la Agrupación de familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, la “injusta persecución” a Garzón es “una maniobra de los mismos poderes fácticos que lograron traer a Chile a Pinochet para que muriera en la impunidad”. Desde Argentina, otro país donde la mano de la justicia penal internacional que defiende Garzón se hizo sentir, juristas y organizaciones humanitarias le manifestaron su respaldo. “Es aberrante lo que están haciendo con nuestro querido juez Garzón. No puede ser que una persona de conducta intachable, que realmente ha defendido siempre los derechos humanos, sea suspendido porque ahora se ha puesto a defender la verdad de lo que pasó con todas las víctimas del franquismo”, indicó a Efe la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida. “Es lamentable e injusto”, aseguró a Efe el abogado argentino Ricardo Huñis, uno de los redactores de la demanda que solicita que se investiguen en Argentina los crímenes de la dictadura franquista. Garzón también tiene el respaldo del Gobierno argentino.