Para prevenir un nuevo brote de la Encefalitis de San Luis, una enfermedad viral que puede causar la muerte y que es transmitida por el mosquito común, desde Salud Pública empezaron el trabajo de desinsectación. Pero esta vez lo hicieron en un lugar clave.

Es decir, toda la zona aledaña al Parque de Mayo y al Auditorio Juan Victoria, que es el sitio de donde eran oriundas las 12 personas que contrajeron la enfermedad a principios de este año.

Lo que comenzaron a hacer ayer fue colocar BTI, un insecticida sin efectos tóxicos para animales o humanos. La sorpresa fue que en el lago del Parque de Mayo encontraron pocas larvas de mosquitos porque las carpas que sembraron hace unos meses, están haciendo bien su trabajo.

La tarea de los agentes sanitarios no terminó en el parque. A pocos metros de allí, en las calles que rodean el Auditorio Juan Victoria, la Escuela de Música y la Escuela Pedro Fonseca, también tuvieron que colocar insecticida. A simple vista, las larvas se movían por centenas en el agua estancada, en medio de residuos de todo tipo que poco ayudan a controlar al mosquito.

‘Estamos trabajando con especialistas de la UNSJ, porque hemos llegado a la conclusión que la única manera de prevenir un brote de Encefalitis de San Luis es eliminar al vector, que es el mosquito. Por eso, antes que aparezca el problema, estamos colocando insecticida en los reservorios de larvas, que son justamente lugares con agua estancada‘, explicó el titular de Control de Vectores, Rubén Carrizo Páez.

El desembarco de esta enfermedad en la provincia causó preocupación en marzo pasado, cuando un hombre que la padecía, murió. Entonces comenzaron una campaña de desinsectación. Y ahora adelantaron la tarea. Se estima que en 15 días más empezarán a llegar a la provincia las aves migratorias que vienen del norte y que son las que traen el virus que provoca la Encefalitis de San Luis.

Si un mosquito pica a una de ellas y luego pica a una persona, la enfermedad se propaga rápidamente. Por eso, la campaña preventiva continuará, pero Carrizo Páez destacó la importancia de la colaboración vecinal. ‘Hay que eliminar el agua estancada. Es la única manera de impedir que la enfermedad vuelva a aparecer‘, aseguró el médico.

Otra medida es acentuar el reemplazo de agua por arena en los floreros del Cementerio de la Capital, que se encuentra en el mismo radio de proliferación del mosquito. ‘Hay que tomar conciencia que no podemos seguir facilitando la multiplicación de larvas. Sobre todo los floristas y los que asisten al lugar‘, dijo.