José Gordillo (34) llegó a la Comunidad Beraca cuando sintió que había tocado fondo. El jachallero, que ya llevaba casi 20 años consumiendo drogas, sufrió un feroz ataque por un ajuste de cuentas vinculado a una cantidad importante de marihuana que no pagó, y recibió un disparo que le atravesó el pie.
‘Eso fue hace un año y siete meses y sigo en tratamiento de recuperación. Yo ya no sabía qué hacer y no veía una salida. Pero en Beraca me recibieron y aunque hay días que sufro recaídas muy grandes, siento que estoy recuperando mi vida’, contó José.
De sus 34 años, nueve los pasó en el Penal de Chimbas por tres diferentes condenas por robo. Es más, José fue parte del recordado motín de 1999, cuando 26 reos escaparon llevándose como rehenes a un juez, el vicedirector del Penal y un camarógrafo, relató. ‘Yo no me escapé, pero estuve muy metido en todo ese problema. Yo robaba para vivir y también para drogarme. Mis días pasaban pensando en cómo hacer para conseguir droga hoy y que no me faltara mañana’, recordó.
Gordillo relató que a medida que pasaban los años cada vez sentía que se hundía más en un abismo. Y fue tras aquel momento en que esos hombres le perdonaron la vida que dijo basta. ‘Hoy tengo proyectos, camino por las villas y hablo con los chicos que pasan lo mismo que pasé yo, doy algunos consejos y en la comunidad me consideran un referente. No voy a negar que sufro recaídas, pero ahí nomás me ayudan mis compañeros. Si ya llegué hasta acá, no puedo bajar los brazos’, confesó José.