Mucha gente en las calles del asentamiento Evita. Grandes y chicos aguardando la llegada de los censistas en las puertas de sus casa y con mucho entusiasmo.
Según los pequeños, en la escuela les explicaron de qué se trataba el Censo y quiénes eran los encargados de realizar el relevamiento.
Los primeros en recibir a la censista fueron los Sosa, que apenas la vieron, sacaron una silla para que se pusiera cómoda y pudiera realizar las preguntas tranquila.
Lo mismo ocurrió en otras viviendas, donde recibieron con gran expectativa y los censistas estuvieron acompañados en todo momento por los niños de la zona.