“Viva, San Juan Bautista”, salía de los altoparlantes. Y los fieles contestaban al unísono, mientras los redoblantes hacían bailar a los danzantes que avanzaban por la avenida Central. Ayer, con la procesión después de la misa se cerró la fiesta patronal en honor a San Juan Bautista y fue un momento en que la feligresía le pidió al Santo por la familia, en el Año de la Fe.

El de la familia como núcleo de la fe y el de la valoración de la vida desde la gestación hasta la muerte natural fue el lema ayer, en la procesión que fue desde la Catedral hasta el Centro Cultural Estación San Martín. Allí se encendió la tradicional fogata (ver página 6). Fueron unas 200 personas las que tras la misa se sumaron a la procesión, a la vez que la marcha fue encabezada por 80 danzantes (del Baile Religioso María de Andacollo y de la Agrupación Danzantes María Guadalupe, ambos de Rawson). “Estamos muy contentos por la participación de la gente. Esto demuestra el compromiso y el deseo de velar por nuestras familias”, señaló el sacerdote Rómulo Cámpora, a cargo de la Catedral.