Las hojas secas flotando, las colillas de cigarrillos amontonadas en las orillas y las palomas que aprovechan para beber un poco de agua estancada y sucia, es un panorama frecuente en las fuentes de la Peatonal. Y es que, a pesar que hace más de un año desde la Municipalidad de la Capital dijeron que iban a arreglarlas, hasta ahora siguen sin funcionar. Desde la comuna aseguran que no saben qué hacer con ellas.
Jorge Cerdera, secretario de Ambiente y Servicios Públicos, dijo que si bien las reparaciones estaban previstas para el 2012, los arquitectos del municipio tuvieron que trabajar en otros proyectos y éste quedó relegado. El funcionario agregó que aún no pueden decir qué harán, ya que no hay ningún tipo de análisis que diga qué es lo más conveniente.
Lo que está seguro es que la idea es remodelarlas por completo.
En las cuatro cuadras que abarca la peatonal céntrica, hay tres fuentes. La que está por Rivadavia, cerca de calle Rioja, se encuentra vacía. Ahí abundan los residuos, como paquetes de galletas, las cajas de jugos, las botellas de plástico y servilletas de papel. A esto se suma que la fuente es elegida por los más chicos para jugar dentro de ella, lo que se vuelve peligroso por los bordes de la estructura.
En tanto que las otras dos están llenas de agua, pero la de Rivadavia casi General Acha está estancada. Mientras que la de Tucumán casi Laprida tiene una pequeña cascada que moviliza el agua, sin embargo el suelo permanece sucio.
“Este panorama es fatal para el turismo”, dijo Juan Vargas, un transeúnte. Por su lado, Ricardo Vedia, un comerciante de la zona, aseguró que ya está cansado de pedir solución porque la gente que acude a su negocio se queja constantemente.