Deslumbrante. El cáliz que usaba monseñor Orzali para celebrar misa es bañado en oro y es una verdadera obra de arte con labrados.

 

 

El sacerdote sacó la caja con sumo cuidado para depositarla lentamente sobre el mesón. En su interior no hay nada frágil, pero sí es un tesoro muy preciado para la feligresía sanjuanina. Se trata del cáliz personal de Monseñor Orzali que guardan en la Catedral bajo cuidados estrictísimos. Hace dos meses llegó a San Juan, tras ser donado por las hermanas de la Congregación de Nuestra Señora del Rosario, de la provincia de Santa Fe, fundada por el Obispo. Fabián Díaz, párroco de la Catedral, dijo que este regalo llegó en un momento muy especial en el que se espera la pronta beatificación de Orzali.

No hay certeza sobre su antigüedad, pero calculan que fue fabricado a principios de 1900, cuando José Américo Orzali fue nombrado Obispo de San Juan de Cuyo. Pero, pese a tener más de 100 años, se conserva en perfecto estado con el brillo original. Esto es gracias al minucioso proceso de mantenimiento al que lo someten. "Cuando recibimos el cáliz venía en la caja un sobre con las instrucciones para su cuidado. Para limpiarlo hay que usar agua a temperatura ambiente y jabón de glicerina neutro para mantener su brillo. Para secarlo no hay que frotarlo, para evitar que se raye. Se debe secar apoyándole paños para que absorban el agua. Antes de guardarlo hay que dejarlo airear por unos minutos para eliminar toda humedad", explicó el sacerdote.

El 24 de junio pasado, día de San Juan Bautista, monseñor Lozano usó por primera vez este cáliz centenario para celebrar la misa. Y lo hará en cada celebración religiosa destacada como Domingo de Ramos y Corpus Christi, entre otras.

El cáliz de Orzali muestra a la Iglesia sostenida por pilares que representan a Lucas, Mateo, Juan y Marcos, autores de los cuatro Evangelios de la Biblia.

 

 

> Algunos datos

 

José Américo Orzali nació el 13 de marzo de 1863 y murió el 18 de abril de 1939, en San Juan, tras sufrir un ACV. Fundó varias congregaciones religiosas y en 1911 fue designado Obispo de San Juan de Cuyo.

 

El Vaticano declaró a Orzali "Siervo de Dios", el primer paso en el proceso de beatificación. Hace 20 años comenzó el proceso para beatificar al exobispo, pero antes de ser beato deberá ser declarado "venerable".

 

Desde la Iglesia local salieron a pedir oración para que se agilice el proceso de beatificación de Orzali. En la misa del pasado 24 de junio, monseñor Jorge Lozano reafirmó el compromiso de apoyar este proceso.