Anoche se realizó el tradicional belén viviente en la Catedral, pero que esta vez fue muy particular. Se realizó conjuntamente con la Misa de la Gobernación, con la presencia de todas las autoridades provinciales, y con una intención muy especial: pedir por la paz social. El mismo pedido se hizo durante la procesión de la Inmaculada Concepción, el pasado 8 de diciembre.

Desde el inicio de la celebración religiosa, tanto de la representación del Nacimiento del Niño Jesús como de la Santa Misa, el mensaje se centró en el difícil momento por el que atraviesa el país y la provincia. Es por eso que las primera palabras fueron un pedido. Andrés Riveros, el sacerdote de la Catedral, pidió que esta Navidad "colme de reconciliación y paz social". Y ese momento estuvo acompañado por la primera escena del belén con el ingreso de María y José, representado por miembros del Ballet Sembrando Ilusiones, de la Municipalidad de Capital, que bailaron una zamba que cosechó el aplauso de todos los presentes.

Monseñor Jorge Lozano continuó con la celebración de la misa, también haciendo referencia al momento social y político del país. Pidió que Dios ilumine a quienes adoptaron la política como vocación para que se "comprometan a estar al servicio de los más necesitados y del bien común" para que haya paz.

Tanto la celebración de la misa como el belén viviente fueron interpretados con Lengua de Señas.

El mismo pedido estuvo presente durante la lectura de las intenciones donde, además, se pidió por pobres, enfermos, marginados y abandonados. Ese momento fue matizado con una nueva escena del belén donde los protagonistas bailaron el "chamamé de la anunciación".

Posteriormente, los chicos del Sembrando Ilusiones bailaron la chacarera de la peregrinación para relatar la llegada de María y José a Belén y su ingreso al establo donde nacería Jesús.

De ahí en más, continuaron ambas celebraciones hasta que llegó el momento más emotivo, tras el momento de la Eucaristía. Fue cuando hizo su ingreso el Niños Jesús, por entre los presentes. Llegada que todos recibieron con aplausos y ovaciones. Y eso duró hasta que el bebé tomó su lugar en el pesebre junto a José y María.

La misa y el belén viviente cerraron con la chacarera de los pastores, representando al pueblo trabajador que necesita, más que nunca, la bendición de Dios.

 

Inicio musical para ambos eventos

Tanto el inicio de la celebración de la Misa de la Gobernación como del belén viviente fue con música y baile. Los chicos que interpretaron a María y José bailaron folclore para darle un tinte criollo a la representación del Nacimiento.

 

Beso oficial para el Niño Jesús

Cuando ingresó en escena el Niño Jesús, recibió el beso del gobernador, Marcelo Orrego, como del vicegobernador, Fabián Martín.

 

 

Cierre con el pueblo trabajador

La misa y el belén cerraron con el  baile de los chicos del Ballet Sembrando Ilusiones que representaron a los trabajadores.