Los sucesos del Domingo sangriento se han reflejado de distintas formas en el espejo de la cultura popular. Por ejemplo, de la mano del telefilme de Paul Greengrass y de decenas de relatos autobiográficos. Pero nada ha mantenido viva la memoria de la masacre como la canción de los irlandeses U2 (Sunday, Bloody Sunday), que mantuvo la memoria de aquellas muertes y sacudió la conciencia mundial en torno a la violencia en la zona. Según sus autores, la canción no pretende manifestarse a favor de nadie, sino en contra de la violencia.
