Debido a los delitos y robos que se cometían en el viejo Hospital Rawson, la administración de Oscar Balverdi en Salud Pública gestionó una excepción a la ley de vigilancia de los edificios públicos y contrató un servicio privado de seguridad para el nuevo nosocomio. El argumento fue que no siempre había disponibilidad de efectivos para custodiar el principal hospital de la provincia.