Terminar la planta de ósmosis inversa que empezaron a construir hace un tiempo en la Vecinal, es lo que se hará para resolver el problema del agua en Mogna, que tiene más arsénico de lo permitido y cuyo suministro fue cortado por orden de la Justicia, el martes pasado. Esta planta servirá para purificar el agua y que sea apta para el consumo humano. Es lo que aseguró el titular de OSSE, Sergio Ruiz.
Desde hace varios días, el poblado de Mogna está siendo abastecido con agua potable por el Municipio de Jáchal y por OSSE, porque está cortado el servicio. Según Ruiz, una vez que esté terminada la planta (comenzó a construirse con aportes de Minas Argentinas), se repartirá el agua potable en bidones a la gente, mientras que se solicitará a la Justicia que restituya el servicio por las canillas, ya que ese agua puede ser usada para lavar y hasta bañarse. “De todos modos nosotros seguiremos buscando otra reserva de agua cercana al pueblo. Pero esa obra puede ser demorosa, por lo que teníamos que dar respuesta rápida a los vecinos”, dijo Ruiz quien agregó que en Mogna hay 66 familias que tienen conexiones domiciliarias de agua.
El problema surgió hace unas semanas cuando vecinos enviaron a analizar el agua y se detectó que poseía más arsénico de lo que permite la Organización Mundial de la Salud. Esto mismo sucedió en 2014 en otro pueblo jachallero de San Roque. Por ello, la Justicia ordenó que se cortara el servicio y que se llevara agua potable al pueblo. Por lo que nunca los pobladores sufrieron la escasez de la misma.
Sin embargo, Ruiz dijo que tampoco es seguro llevar el agua en camiones como lo están haciendo ahora y que es más saludable hacer funcionar la planta para quitar todo tipo de sales al agua y que sea apta para el consumo. Esta planta comenzó a ser construida con el aporte de Minas Argentinas y estará manejada por la Vecinal. Allí, además de purificarla, se envasará y luego se distribuirá entre los vecinos. El funcionario dijo que el abastecimiento será suficiente ya que la planta puede potabilizar unos 1.500 litros por hora.
El arsénico está presente de forma natural en las aguas subterráneas de varios países. Representa una amenaza importante para la salud cuando se encuentra en aguas que son usadas para el consumo humano. En Jáchal este problema es de vieja data.

