‘Al Parque Faunístico lo critican ambientalistas y protectores, pero si no existiera, todos los animales que decomisan en operativos y que particulares nos dejan incluso en la puerta no tendrían refugio, cuidado y alimentación’. La frase la dijo el veterinario Iván Simoncelli, responsable del Parque Faunístico de Rivadavia, mientras cuidaba a la puma que rescataron la semana pasada en una finca de La Bebida y que fue derivada al lugar. En San Juan no existe un lugar habilitado por la Secretaría de Ambiente para refugiar, mantener y rehabilitar animales más que el Faunístico y por eso todas las especies rescatadas o incautadas son llevadas al complejo rivadaviense. De acuerdo a los registros del Parque, en los últimos cuatro años recibieron 200 animales tanto por decomisos como por donaciones, sin embargo, en el lugar ya hay 1.000 ejemplares y sus autoridades dijeron que está al límite de su capacidad.

Aunque el Faunístico tiene carácter municipal, tanto la Secretaría de Ambiente, como Gendarmería, la Policía y Bomberos llevan al lugar los animales decomisados en operativos realizados en toda la provincia, desde pumas hasta benteveos o zorros. Y aunque no todos sobreviven debido a sus precarios estados de salud al momento de ser rescatados, las constantes derivaciones judiciales al Faunístico hicieron que llegara al límite de su capacidad. ‘Los jueces ordenan trasladar al Faunístico los animales incautados en operativos sin saber si tenemos lugar o no. Pero por ley, no podemos negarnos a recibirlos, así que vamos readecuando recintos. Igual, estamos al límite’, reconoció Simoncelli. ‘Uno de los riesgos de empezar a superar nuestra capacidad de alojar a 1.000 animales es que haya hacinamiento o que aparezca el canibalismo, es decir, que se maten y coman entre ellos’, explicó la bióloga Silvina Adárvez.

Del total de animales existentes en el Faunístico, el 70% provino de incautaciones, el 20% llegó por donaciones de particulares y el 10% restante fue por intercambio con instituciones similares o compra de peces ornamentales. Estos son los únicos animales que fueron comprados y las autoridades aclararon que lo hicieron porque lo permite la ley y para poder poblar el acuario, reestrenado este año.

Con la puma que llevaron la semana pasada, ya hay nueve ejemplares y por eso están reacondicionando un sector donde antes hubo leones para alojarlos allí, ya que su actual recinto quedó chico. La puma ahora se encuentra en cuarentena mientras le realizan estudios, pero los especialistas creen que fue capturada por un cazador furtivo y que al crecer se escapó o la dejaron escapar. Tanto este puma como la mayoría de los animales que fueron llevados al Faunístico no pueden ser liberados pues al haber estado en cautiverio no saben vivir en su ambiente natural o pueden provocar otro daño grave entre sus pares (ver Opinión).

‘La gente no sabe ni entiende que no es fácil recuperar, rehabilitar y liberar animales provenientes de incautaciones. Los protectores, por ejemplo, advierten que hay recintos pequeños, pero jamás nadie vino a ofrecerse para ayudar a construir recintos más grandes. Somos 50 personas trabajando las 24 horas los 365 días del año’, afirmó Simoncelli.

Por otro lado, el Faunístico ahora tiene asesoramiento técnico de profesionales de la UNSJ, realizó un convenio con Ambiente para rehabilitar algunas aves rapaces y el predio fue remodelado y reinaugurado el año pasado.