La madrugada del viernes pasado el oratorio de San Expedito, en el distrito El Bosque de Angaco, volvió a ser blanco del vandalismo. Esta vez quebraron por la mitad los árboles que el Municipio plantó en abril de este año para parquizar la zona. Este es el segundo ataque en el lugar en menos de tres meses. En mayo, delincuentes rompieron ventanas e incendiaron la casa parroquial que había sido recientemente inaugurada dentro del predio.
La imagen es desoladora. Una tras otra, las moras que estaban plantadas en la misma hilera, amanecieron quebradas por la mitad. Fue en el sector más alejado del predio, aunque no fue el único donde rompieron árboles.
En otro más central también lo hicieron con la diferencia de que en este lugar directamente los cortaron como con un hacha. Según dijeron desde el Municipio fueron 100 los árboles dañados y el ataque debió llevarse a cabo en menos de 20 minutos. “Si uno ve la cantidad de árboles rotos puede suponer que se trató de algo premeditado y realizado por más de dos personas y en menos de 20 minutos, ya que esa es la frecuencia con la que hace una ronda por el lugar un patrullero de la Policía Comunal. Los atacantes deben haberse escondido y esperado a que pase el patrullero para de inmediato saltar el alambrado y llevar a cabo el ataque”, dijo José Castro, intendente de Angaco.
El funcionario agregó que en el oratorio de San Expedito también hay un sereno que trabaja de lunes a lunes y durante las 24 horas. Igual dijo que su presencia no es suficiente para “amedrentar” a los vándalos debido a las dimensiones del predio. “Todo el lugar mide unos 50.000 metros cuadrados y sólo hay un pequeño sector iluminado por reflectores. Durante el invierno no se puede tener al sereno recorriendo el lugar durante toda la noche o madrugada, ya que es algo inhumano. Otra punto en contra es que en la zona hay muy pocos vecinos cercanos, entonces es difícil que alguien escuche o vea algo sospechoso para que lo denuncie”, agregó Castro.
Por suerte ninguno de los árboles dañados fue cortado o arrancado de raíz, por lo que podrán reponerse.
El 4 de mayo pasado delincuentes rompieron una de las ventanas de la casa parroquial dentro del predio del oratorio de San Expedito. No sólo robaron algunos artículos, sino que también iniciaron un incendio. Los obreros que llegaron a trabajar a primeras horas de la mañana lograron controlar el fuego, aunque no lograron salvar un cuadro gigante con la imagen de Jesús.

