Máquinas, topadoras, camiones, obreros por doquier. Esto es lo que se pudo observar durante el fin de semana pasado en calle Rodríguez a la altura del puente que está sobre el río San Juan. El lugar cambió por completo de cara, ya que había un enorme basural. Para poder hacer la limpieza se reunieron los municipios de Chimbas, Angaco y San Martín. Era tanta la basura que había que en dos días sacaron 70 camionadas de residuos. Lo que se viene ahora es la colocación de un alambrado para evitar que el sitio se vuelva a convertir en basural.

Este sector de calle Rodríguez, donde confluyen Chimbas, Angaco y San Martín, siempre fue una boca de lobo. No hay iluminación ni zonas urbanas cercanas. Por lo que además de la basura, este es un sitio inseguro. El plan de saneamiento comenzó a gestarse hace dos años, cuando las tres comunas firmaron un convenio. Esta es la primera gran limpieza que hacen. Para llevarla a cabo, Chimbas puso 6 camiones y San Martín y Angaco, 4. Además cada municipio puso máquinas especiales y obreros para que realicen la tarea. Aparte de levantar residuos, sacaron todas las malezas que había a la vera del río.

Esta calle es la que sirve para llegar a San Martín y Angaco, desde Chimbas. Se trata de una ruta provincial importante ya que por ella transitan vehículos pesados que se dirigen a diferimientos y bodegas que hay en la zona. Hace unas décadas, el lugar servía como centro de esparcimiento ya que posee playas de arena y mucha vegetación. Pero con el tiempo se fue transformando en un basural. Ahora es usual ver todo tipo de vehículos que ingresan al lugar para arrojar basura, lo que está prohibido por ley. Para evitar que esto vuelva a suceder, los municipios colocarán un alambrado al costado de la ruta. Lo que cercarán serán 300 metros hacia el Oeste, que corresponde a Chimbas, y 400 metros hacia el Este, que corresponde a San Martín y Angaco.

Además de la limpieza, levantaron el puente que está sobre el río San Juan y construyeron defensas para evitar que el badén que hay se inunde. Es que cada vez que el río trae más agua de lo normal, el tránsito se interrumpe o cruzar el paso se transforma en toda una aventura. En varias oportunidades, Bomberos o la Policía tuvieron que rescatar vehículos que se quedaron atascados en medio del agua.

Desde los tres municipios se comprometieron a limpiar el lugar cada cuatro meses, para evitar que vuelva a convertirse en tierra de nadie.