Las ganas de escalar y hacer tirolesa pudieron más que el cansancio. Estos dos ejercicios no formaron parte del desafío, sino que fueron el premio para los niños que participaron del Kids Aventura, una de las instancias del Corramos por la ELA, el primer maratón contra esta enfermedad que se corrió ayer en la Ciudad. Unas 2.000 personas participaron de este evento.
El primer obstáculo fue el más difícil de sortear. Tuvieron que gatear atravesando una red formada con totora plástica. Las demás pruebas presentaron diferentes grados de dificultad pero las superaron sin descansar entre una y otra ni siquiera para tomar agua o retomar el aliento.
Tanto las nenas como los varones corrieron sin parar y en zigzag entre conos para luego demostrar velocidad y coordinación saltando entre aros.
Sin bajar la velocidad se tiraron de panza para arrastrarse por entre medio de otra red antes de escalar el tobogán inflable, aunque en esta posta tuvieron que parar obligadamente. Como los chicos hicieron el circuito casi al mismo tiempo, se formó un congestionamiento de participantes en esta última instancia. Ante la montonera, algunos aprovecharon para hacer trampa. Se fueron sin escalar el tobogán y llegar antes a la palestra para practicar escalada y tirolesa, pruebas que organizó el Grupo GERAS de la Policía.
Los más chiquitos fueron los más demorosos en superar estas pruebas, pero no por falta de coraje o habilidad, sino porque los especialistas que guiaron esta actividad tuvieron que adaptar los arneses para estos chicos.
La jornada deportiva arrancó con una clase de zumba para que los 2.000 atletas entraran en calor antes de que largara el maratón. Lo hizo en dos tandas por la cantidad de participantes y porque la prueba incluyó dos categorías. Primero largaron los de la categoría competitiva, de 10 kilómetros, encabezados por el triatleta sanjuanino Gonzalo Tellechea, que fue ovacionado por la gente. Tres minutos más tarde lo hicieron quienes participaron de la instancia participativa, de 3 kilómetros. En esta categoría participaron familias completas, abuelos y nietos y hasta un grupo de turistas que llegaron de Buenos Aires a vacacionar en la provincia.
Al finalizar la carrera todos los atletas participaron del sorteo de premios.

