Las uvas Cereza colgando de una pequeña pérgola hicieron que el paseo por la Casa de San Juan en Buenos Aires fuera impagable. Sin embargo, la cosecha de las frutas a pocos metros del Obelisco, hizo que la emoción de los sanjuaninos se convirtiera en algo incomparable. Así, debido a las lluvias que afectan a Buenos Aires, la casa que fue de Domingo Faustino Sarmiento fue testigo adelantado de una mini vendimia.
Isabel, Basilio y José, tres trabajadores de la llamada Embajada Sanjuanina fueron los encargados de sacar los racimos que colgaban en el patio número dos. Y como si estuvieran en cualquier finca sanjuanina compartieron los granos de uva con los turistas que pasaron.
Nilda Ferreira, a cargo de la casa, dijo que debieron adelantar la vendimia porque las lluvias de Buenos Aires iban a pudrir la uva. Con una escalera y con canastos que parecía minis gamelas sacaron los racimos. ’Estaban bien dulces. Teníamos miedo de que estuvieran ácidas porque nos adelantamos’, dijo.
En cuanto a las sensaciones que causó esta vendimia en pleno Buenos Aires, Nilda contó que la gente que vivió el espectáculo recordó los patios provinciales. Y dijo que más de uno se acordó de la casa de sus abuelos. La parra, un aljibe, flores y una higuera hicieron que la nostalgia volviera a sus mentes. Es que la tranquilidad que vivieron en esa vendimia hizo que la locura de Capital Federal desapareciera por un rato.
’Si bien no calculamos cuántos kilos sacamos. Todo lo repartimos con la gente que visitó la casa y con la que trabaja’, dijo Nilda. Y adelantó que próximamente van sacar los higos y las brevas que dan las dos higueras que son retoños de la de Doña Paula.

