El conflicto que retiene a la fragata Libertad en Ghana ha disparado las alarmas sobre el futuro del buque escuela de la Armada Argentina en el que se formaron cientos de marinos sudamericanos en el último medio siglo.
Símbolo de la Armada Argentina, la fragata es rehén de una compleja disputa legal y diplomática abierta por la decisión de la Justicia ghanesa de aceptar la demanda de un fondo especulativo que pretende cobrarse una deuda de bonos argentinos adquiridos durante la crisis de 2001.
La fragata, con 104 metros de eslora, 14,30 de manga y 6,60 metros de calado, empezó a construirse en 1953 en el Astillero Río Santiago, unos 65 kilómetros al sur de Buenos Aires, y entró en servicio nueve años después. Se trata del tercer buque escuela de la Armada argentina, tras La Argentina y Presidente Sarmiento, su predecesor, que navegó entre 1898 y 1938 y fue reconvertido en buque museo en la década de los sesenta.
La Fragata Libertad es una embarcación de tres palos de acero y 27 velas con una superficie total de 2.650 metros capaz de desplazar 3.765 toneladas con carga completa impulsada por la fuerza del viento o a motor. Pronto demostró que era uno de los grandes veleros más rápidos de su época al conquistar en 1966 el récord mundial de velocidad por cruzar en 8 días y 12 horas las 2.058,6 millas del Atlántico Norte entre Cabo Race (Canadá), y la línea imaginaria Dublín-Liverpool.
Además, ha ganado nueve veces la Copa Boston Teapot, otorgada por la ‘Sail Training Association‘ al velero con más de la mitad de su personal en instrucción que recorra la máxima distancia solamente a vela en 124 horas de navegación.
La fragata representa a Argentina y su Armada en el exterior y el Gobierno decidió distinguirla como ‘nave embajadora de la República‘. Sin embargo, su objetivo principal, informa la Armada Argentina, ‘es completar la formación de los cadetes de la Escuela Naval Militar para prepararles como oficiales‘.
Fuente: Efe
