El fuerte viento que se registró anoche, pasadas las 23, en San Juan, volvió a golpear a los vecinos de los asentamientos Pellegrini y La Paz, en Rivadavia. Después de los grandes daños que sufrieron sus viviendas durante la tormenta de piedra y lluvia el pasado 6 de enero, ahora vieron cómo se destrozaban los nylons que pusieron en lugar de las paredes que habían caído e incluso sufrieron voladuras de techos.

 

“El viento se sintió muy fuerte. Los nylons que nos habían entregado para las casas se rajaron y a algunos vecinos se les volaron los techos que hicieron de nuevo con cañas”, contó Brenda López, miembro de una de las 200 familias que viven en el lugar.

 

 

 

 

 

Y agregó que “es como empezar de nuevo, ahora tenemos que reparar todo y ni siquiera tenemos los materiales que necesitamos”.

 

El pasado 6 de enero, la tormenta hizo estragos en el lugar. A más de 30 familias se les cayeron sus casas y personal de Bomberos trabajó durante 2 días para sacar el agua del lugar. Niños y adultos tuvieron que dormir afuera de sus casas durante las noches posteriores, por temor a nuevos derrumbes, y recibieron asistencia de distintas áreas del Gobierno para apuntalar las precarias construcciones y cubrir los muros faltantes.