Las paredes de adobe y las veredas altas hacen que el viejo caserón se distinga de las demás viviendas de la zona. Es que, es el comercio más antiguo de Villa Krause, la ciudad rawsina que celebrará este año su centenario. Se trata de La Casa Arancibia un viejo negocio de más de 70 años que aún sigue en pie y abierto al público. Sus dueñas, Aralicia y Angélica Arancibia, hijas del fundador del comercio, contaron la historia del lugar y la tristeza que significa pensar en cerrarlo cuando comiencen a ensanchar la calle España.
La Casa Arancibia está justo en la esquina de España y Ezpeleta, en el corazón de Villa Krause, a dos cuadras del Plaza Centenario. Fue abierta por primera vez en el año 1935 y según una de sus dueñas, el cartel que el negocio tenía hace muchos años, decía: “almacén, corralón y ramos generales”. Sin embargo, ahora es una ferretería que sigue abierta por el placer que les significa a las hermanas de 74 y 77 años, respectivamente. Es que, ambas dijeron que atienden el comercio porque no se imaginan su vida sin trabajar, aunque están jubiladas.
Es por eso que se mostraron dolidas al saber que cuando comience el ensanchamiento de la calle España, la mitad del comercio se transformará en calzada. Y que por tal motivo, la herencia más importante que les dejó su padre y el último bastión del viejo pueblo rawsino, quedará en el recuerdo de ellas y de muchos vecinos de la zona.
A simple vista se nota que la casona es casi centenaria. Y más aún al atravesar la vieja y grande puerta. Si al mirar las balanzas de hierro rojo despintado y los muebles de unos 4 metros de altura, da la sensación de estar haciendo viaje en el tiempo. Aralicia y Angélica contaron que su padre compró las tierras a Domingo Krause, en 1915. Dos años después de que el emblemático ingeniero fundara la villa que visionaba como ‘la ciudad del futuro‘. Sin embargo, le llevó varios años terminar de construir la casa que resistió el terremoto del ’44 y del ’77. Veinte años después, el hombre comenzó a vivir con su familia en el lugar donde abrió su comercio.
Ahora, las mujeres viven solas en el viejo caserón, y sus vidas giran en torno a él. Nunca trabajaron en otro lugar que no fuera el almacén de su padre y con orgullo dijeron que fue uno de los primeros en tener comercio en la zona. ‘Siempre nos acordamos cuando acá era todo campo. Si hasta lo animales venían a comer para acá‘, dijo Aralicia, que es la que lleva las finanzas de la ferretería. Es que, antes de que Villa Krause sea lo que es en la actualidad, fue una vieja estancia que estaba dedicada al pastoreo y que de a poco comenzó a crecer.
Hoy, en el año del centenario, desde la Municipalidad de Rawson dijeron que a partir de este mes y hasta el 12 de octubre próximo, día del aniversario de Villa Krause, harán varias actividades para homenajear a instituciones emblemáticas y vecinos reconocidos.

