Desde primera hora de la mañana, el puesto de ingreso a Calingasta tuvo más trabajo que de costumbre. De hecho hubo momentos en los que se acumularon más de 70 vehículos esperando el paso. Ese fue el prólogo de lo que después se vivió en el pueblo. En los rincones turísticos hubo muchas personas disfrutando de la naturaleza y la "libertad" como muchos turistas sanjuaninos dijeron durante el recorrido que realizó este medio por el departamento. Los dos lugares más elegidos por los visitantes fueron la Pampa de El Leoncito y el río Los Patos, donde las familias disfrutaron de una jornada campestre. Así, Calingasta tuvo el 100% de ocupación de su alojamiento disponible y encabezó el ranking de este fin de semana largo, seguido por Iglesia y Valle Fértil (95% ambos) y luego Jáchal (70%), según cifras de los municipios.

Los vecinos y comerciantes de Barreal no pudieron creer la cantidad de gente que recorrió el departamento. Si bien dijeron que desde el miércoles en la tarde comenzaron a ver un movimiento diferente de personas, agregaron que el flujo del jueves y ayer fue muy positivo. Sobre todo para algunos comercios, almacenes, kioscos y restaurantes, donde las personas hasta hicieron fila para poder almorzar. Esta demora se debió a que los restaurantes tuvieron, como indica el protocolo, la capacidad reducida y a que hubo más gente que la que esperaban.

A pesar de la alegría de poder recibir a los turistas, algunos calingastinos dijeron que sintieron un poco de miedo y de enojo porque algunas personas no cumplieron con los protocolos, no respetaron los carteles que indicaban la capacidad de los lugares y hasta ingresaron a algunos sitios sin tapabocas.

Cerca del mediodía, la orilla del río Los Patos fue uno de los lugares elegidos por los que quisieron almorzar al aire libre. En algunos parrilleros improvisados con piedras y hasta sentados al borde del agua, como suele suceder en el verano, la gente disfrutó estar al aire libre. "Es la primera salida que hacemos en familia. Los niños están felices porque no conocían Barreal y están sorprendidos por lo cerca que se ven los cerros nevados", dijo Margarita Guzmán, una mujer de Pocito. Al igual que ellos varios grupos más no pararon de admirar los paisajes de Calingasta y el silencio de algunos rincones que contagiaron mucha tranquilidad.

Otra de las paradas infaltables dentro de Barreal fue la Pampa de El Leoncito. La inmensidad de este lugar sedujo a los que no lo conocían y en pocos segundos se volvió uno de los lugares favoritos para algunos sanjuaninos. Para muchos turistas la Pampa fue una de las primeras paradas durante el jueves y ayer. Es por esto que muchos llegaron hasta ese imponente paisaje, con los vehículos aún cargados con el equipaje. "Antes de llegar a la cabaña decidimos venir, porque no podíamos desaprovechar el Sol", dijo Raúl Ibarra, de Rawson, quien llegó hasta el departamento con un grupo de amigos. Selfies, videos de Tik-tok y hasta picaditos de fútbol fueron algunas de las cosas que los sanjuaninos hicieron en este rinconcito, que sirvió para que algunos turistas hasta aprendieran a manejar.

 

 

Locos por la pampa blanca

 

Mucha diversión

 

Fernanda Montaño, Guadalupe Morales, Bautista Morales y María Eugenio Aladino son de Santa Lucía. Se definieron como amantes de Barreal. Luego de haber recorrido el río y disfrutado unas horas de mate, recorrieron la Pampa de El Leoncito para hacerse muchas fotos.

 

 

Por primera vez

 

Marcela Gómez, Ernestina Usín, Nicolás Barrera y Matías Jácamo llegaron desde Capital. Sorprendidos por la inmensidad de la pampa, la familia comentó que no conocían el departamento y que si bien habían visto en fotos este rincón, nunca se imaginaron lo grande que era.

 

Para estrenar el auto

 

 

"El viaje, además de disfrutar la posibilidad de hacer turismo, es para estrenar el auto", dijo Mario Terrible, quien quiso posar en todas las fotos con su nueva "nave". Acompañado de Gerardo Cañadas, Mariela Brizuela y Vanesa Olivera, comentó que estaban felices con el viaje.

 

La primera gran salida luego del aislamiento

Pablo Lorenzo y Marcos Pérez son amigos. Fueron algunos de los sanjuaninos que recorrieron Calingasta durante la jornada del jueves. Lo hicieron con la familia de Marcos y tenían un itinerario bien completo para el fin de semana largo. Este programa incluía hasta una visita al Parque Provincial Ischigualasto, en Valle Fértil. Este viajecito no sólo era parte de la apertura del turismo interno para la familia, sino que tenía un significado más importante: fue la primera gran salida de los jóvenes que estuvieron aislados por haber llegado desde EEUU y Buenos Aires, respectivamente. "Estuve varado en EEUU y cuando se habilitó el turismo pensé que algo debía hacer. Llegar a este lugar es impagable. Cumplí la cuarentena y fue duro, hoy me siento libre", dijo Pablo, mientras que Marcos comentó que él es arquitecto y se quedó sin empleo en Buenos Aires y por eso regresó a su casa paterna. Los jóvenes estuvieron acompañados de los hermanos de Marcos y sus papás. Llegaron a Calingasta en una camioneta y lo primero que hicieron fue ir a comer un asado al río Los Patos.

 

 

Fotos: Daniel Arias