El 28 de agosto de 1962 se creó la Unión Vecinal en la Villa San Miguel, Albardón. La entidad nuclea a 225 socios de esa villa, de los Lotes Herrera, barrio San Martín, Loteo Los Ciruelos y de las calles Marcos Gómez y Nacional. Su mayor logro fue obtener la distribución de agua que le compran aún hoy a OSSE y que se distribuye entre sus socios. A esto se sumó la creación de una pequeña biblioteca que hasta hace unos meses funcionaba en la sede. Pero con los años, la unión vecinal comenzó a decaer en sus actividades y generaron dos importantes deudas: una de $63.000 a OSSE y otra de $131.000 de los socios con la entidad. Pero en octubre de 2011, Pedro Lima, Jorge Albarracín y Omar Flores, tres vecinos de la zona, conformaron un triunvirato y de a poco la institución empezó a funcionar de nuevo.

El triunvirato, paulatinamente comenzó a recaudar dinero y así, cobrando en término los $37 mensuales a los socios, lograron cancelar por completo la deuda que tenían con OSSE. Pero su trabajo no culminó ahí, porque hasta el día de hoy siguen reuniendo fondos para saldar la otra deuda que mantienen los vecinos con la sede. Más allá de todo, el tridente vecinal también invirtió en la institución y le renovaron el aspecto: repararon las medianeras, cambiaron las puertas, pintaron y arreglaron un freezer que estaba en desuso. Además, pusieron a punto 10 tableros y 150 sillas que actualmente están a disposición de los socios. "Realmente hicieron resurgir la unión vecinal. Como vecino es un gusto ver todo lo que han hecho estos años y lo que quieren seguir realizando en beneficio de la comunidad’, dijo Benedicto Páez, un vecino, refiriéndose al trabajo del triunvirato en estos dos años y medio.

"Nosotros terminamos nuestras funciones en agosto y queremos dejar todo en orden. Han pasado muchos años de desidia y nos cansamos, por eso nos metimos para darle de nuevo vida a la Unión Vecinal porque es algo que le hace un bien a todos los usuarios. Con esta entidad se ha conseguido el alumbrado público en distintas zonas y queremos dejar todo en orden para quien tome la rienda en agosto’, dijo Albarracín.

Por su parte, Pedro Lima dijo que la meta que tiene junto a sus dos compañeros es la de escriturar el terreno donde está la unión vecinal, techar y ponerle piso al patio de la sede. "Acá se practica folklore, árabe y gimnasia rítmica, pero cuando llega el frío la actividad cesa porque no hay un espacio físico cubierto donde los 150 chicos que las practican lo hagan protegidos de las inclemencias climáticas. Además, estamos en tratativas con el municipio para ver si podemos obtener las cloacas. Son proyectos que no se resuelven de un día para el otro, pero esas son nuestras metas para los próximos meses’, agregó Lima.