El viernes pasado el asado con que el dirigente Guillermo Velazco despide a un seleccionado argentino antes de un Mundial había quedado postergado para la vuelta de las Águilas de Iquique (Chile), pero el sábado, por cábala según dicen, hubo vuelta atrás y se hizo nomás, sin la presencia del gobernador Uñac por su nutrida agenda. Estuvieron dirigentes y las jugadoras.