La enorme cruz de cemento ubicada sobre la ruta 40 se ve desde lejos. Está poco antes de llegar al Villicum y es un símbolo de protección contra los rituales y brujerías que se practican en el cerro. La hizo un artista albardonero y, luego, la bendijo la Iglesia.

La imagen fue colocada con la intención de combatir las energías negativas que, dicen, hay en la zona. Inclusive, durante la década de 1980 y hasta 2004 se realizaba una peregrinación hacia ese cerro. El evento religioso era organizado por la Pastoral de Juventud y congregaba a miles de fieles que caminaban desde la ciudad de San Juan hasta Albardón. Para finalizar, un sacerdote celebraba misa allí.

Además, con la misma finalidad fueron colocadas numerosas grutas que contienen distintas imágenes de santos y de vírgenes, en las zonas cercanas al cerro. Tanto en estas imágenes puestas en las serranías como en la cruz, durante el día, muchos católicos fieles rezan como contrapartida de los maleficios que se realiza por las noches, sobre todo durante los días martes y jueves. El objetivo es espantar tanta negrura de espíritu.