La muerte del ex presidente Néstor Kirchner provocó que en el mundo del deporte una vieja frase cambiara su sentido. Esta vez sucedió que “el show no debe continuar” y prácticamente no habrá la actividad deportiva que concentra la mayor atracción de los sanjuaninos estos días. En un repaso de la última década no hay registros de un hecho no natural que haya logrado detener a este nivel la compleja y descomunal maquinaria de espectáculos deportivos. Entre los antecedentes, se recuerda el año pasado cuando la epidemia de la Gripe A, provocó que se postergaran partidos del fútbol local y otras actividades, pero de menor convocatoria. La precaución llevó a que por ejemplo se instalaran aparatos para escanear a las personas que ingresaban al Cantoni a ver los duelos entre Argentina y Francia por la Liga Mundial de vóleibol (una persona con síntomas no podía pasar), pero los partidos igual se disputaron. Antes, en aquel fatídico 11 de septiembre de 2001, cuando ocurrió el atentado a las Torres Gemelas, el deporte argentino evaluó en un momento si era oportuno postergar sus competencias programadas. Eso nunca ocurrió. Así, la suspensión de la actividad deportiva es otra forma de medir el profundo impacto que produjo el deceso de Kirchner.
